El destino de un
jabón es ser usado, y no quedar entre nuestra ropa perdidos en el fondo de un
cajón porque huele bien, o en el cuarto de baño adornando.
Estos jabones que
hago a mano, no están hechos para quedar olvidados en un rincón, sino para ser
usados.
Lo mejor que puedes hacer es tenerlo en una jabonera que permita escurrir el agua, de manera que se seque después de cada lavado, y así aseguras su durabilidad.
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